El presente es nuestro

Vivimos como si fueramos a hacerlo eternamente, y sin embargo deberíamos vivir cada día como si no hubiera mañana. Deberíamos hacer todo eso que se dice cuando alguien querido fallece. Todos esos propósitos de enmienda que nos hacemos cuando eso pasa, o cuando salimos de una enfermedad, o cuando superamos una mala racha. Deberíamos ser conscientes de que esa basura que nos han grabado a fuego de doctrina sobre la vida eterna, las reencarnaciones y todas esas zarandajas, no es más que eso, basura. Basura de la peor calaña. 

Deberíamos pensar que no hay nada más bello que ser lo que somos, polvo de estrellas, una casualidad entre millones de posibilidades. Un prodigio en el Universo. Que somos efímeros, que no estamos de paso hacia otros mundos u otras vidas, que nadie nos va a compensar o castigar tras nuestra muerte, que no nos vamos a llevar nada a ninguna parte, porque no hay otra parte donde vayamos a ir.

Solo existe el presente. El futuro, que está por hacer, siempre ha sido un arma ideológica. En base al futuro, nos han acostumbrado a vivir nuestras vidas, a planificarlas. Nada más erróneo, ya que planificando un futuro, que luego siempre es distinto al esperado, nos pasamos todos los presentes. Sin disfrutarlos, sin vivirlos. Demasiado ocupados en solucionar lo urgente, que siempre le quita protagonismo a lo importante, en frase memorable de Mafalda.

Estamos atados por entelequias. Solemos vivir pendientes de futuros que probablemente nunca lleguen. Los poderes, los verdaderos poderes, insisten en obligarnos a vivir de esa forma, pendientes de lo que ha de venir, y absolutamente distraídos acerca de lo que de verdad viene. Se varían pensiones, se alteran constituciones, leyes, se imponen mandamientos, se inventan pecados mortales, se generan hipotecas, préstamos, acciones en bolsa. Nuestra vida está planificada en función de algo que no existe aún, y que -repito- cuando llegue probablemente no lo hará del modo previsto.

Deberíamos -yo el primero, y vosotros también, quizás- plantearnos cada mañana, mientras nos miramos (aunque sea furtivamente) al espejo, si el día que se nos presenta merece nuestra ilusión por vivirlo. Si sucede demasiadas veces que no, antes de esperar tiempos mejores, antes de soñar con un futuro lejano o no, y más o menos probable, ejerzamos de jugador de póker, miremos nuestras cartas, por malas que nos parezcan, creedme, con un poco de creatividad, inteligencia y ganas, nos pueden ayudar a ganar esa mano.

Decid te quiero a todos cuantos queréis, y demostrádselo, no dediquéis demasiado tiempo a quienes os cabrean, porque os roban lo único que de verdad es vuestro, disfrutad (en plan zen) de cada cosa, por pequeña que sea, por rutinaria que os parezca. Abrazad, besad, cantad, sed un poco conductistas, cambiad la conducta, el ánimo, y algo, aunque sea poco, seguro que os ayuda.

El presente es nuestro. No dejemos que nos lo roben

¿QUÉ HAY DE LO MÍO?. El 15M no en profundidad

El otro día, en uno de los debates interesantes que a veces se plantean en el Face, una participante afirmaba que el movimiento 15M era lo más importante que había sucedido en España en los últimos 70 años. En materia reivindicativa, se entiende. Bien, ya está. Esa fue, para mí, la gota que colmó el vaso de mi indignación creciente ante los indignados, cuyas virtudes ya se ocupan de cantar ellos mismos (yo también lo hago si hace falta, porque las tienen), y hasta los partidos políticos, de derechas de izquierdas, de centro...pero cuyos puntos débiles no quedan a mi modo de ver tan claros. Citaré algunos de los que me parecen más evidentes, desde mi punto de vista, que es el de un ciudadano de izquierda, con conciencia de clase, que no se avergüenza de llamarse a sí mismo trabajador y que, humildemente intenta aportar a la lucha contínua de clases su granito de arena, porque -como decía un amigo de Face- "simplemente, es lo que hay que hacer".

1.- NO PERSIGUEN NINGÚN CAMBIO ESENCIAL
En primer lugar, ese afán, esa ansiá amasá de mostrase siempre como educados ciudadanos, pacíficos, nada de anti-sistema, que lo único que pretenden es más o menos, darle una pulidita al sistema, o mejor decir qué cosas no les gustan de este sistema y si es posible que otros lo pulan. Yo, desde el momento en que todos los partidos del arco parlamentario empiezan a decir que las propuestas que hago son bastante sensatas, asumibles, nada descabelladas...me mosquearía y diría "algo estamos haciendo mal". En base a la férrea ley del consenso para todo, lo único que se consiguen son acuerdos de mínimos, tan mínimos que no hace falta en realidad tanta movida para llevarlos a cabo. Y por mor de dicho consenso, que integra a todas las ideologías, de lo que se enorgullecen además, cualquier referencia ideológica se pierde, no se plantean términos tan básicos como la lucha de clases, puesto que es un movimiento interclasista (a decir verdad, cualquier banquero o topo de la banca se les puede indignar, opinar, y en su caso, aportar sus propias "soluciones"). Se quedan muy fijos en temas como la corrupción política (¿quién va a estar a favor de la corrupción?) o las trampitas que nos hacen los bancos (hasta los propios bancos aplauden las sugerencias), o los millones de la visita del Papa (lo que nos cuesta económicamente la Iglesia cada año, se toca muy de pasada, puesto que se podrían ofender los católicos y no habría consenso). No se critican las religiones, las ideologías, las creencias...no se ataca la base del sistema, porque en realidad no es eso lo que interesa. Lo que interesa es perfeccionarlo

2.- APUESTAN CLARAMENTE POR EL INDIVIDUALISMO
Son un inmenso colectivo de, cómo decirlo, "reivindicadores coyunturales", al cual se han agregado personas con muy distintos motivos para hacerlo. Sin embargo, la gran mayoría parecen, más que un movimiento (palabra de infaustos recuerdos en España, por cierto), un montón de individuos a los que les ha ido mal (o menos bien, incluso), el banco les ha apretado las tuercas (en muchos casos, probablemente les bajó el crédito de su tarjeta), la empresa a la que nunca han discutido ni discutirán, contra la que jamás han hecho una huelga (mamá, una huelga, que miedo!!!!), les ha puesto de patitas en la calle, y a lo mejor se han tenido que volver a casa de papá y mamá, o han tenido que renunciar a salir todos los fines de semana, o han visto rotas sus expectativas de futuro brillante en una profesión liberal, y que lo único que de verdad quieren es que todo vuelva a ser igual pero un poco mejorado. Cuando ha habido movilizaciones obreras jamás se han sumado a ellas, puesto que nunca han tenido conciencia de clase (en España ya no quedan trabajadores que se vean a sí mismos como tales), es más las han criticado furiosamente, y todo lo que suene a colectivo les da como grima. Es un inmenso montón de personas diciendo unos junto a otros "¿QUÉ HAY DE LO MÍO?" Nadie les representa, y a nadie se unen...es algo meramente accidental, en su mayoría simplemente con un currillo de mileurista y un pequeño crédito a un interés "normalillo" se desligarían del movimiento. También los hay con verdadera conciencia y ganas de que de verdad cambien las cosas, pero estos serán inmediatamente acallados por las mediocridades de la mayoría. 

3.- IMPIDEN LA VERDADERA REVOLUCIÓN
Se han hecho tan patentes, tan presentes, tienen tanta proyección en los medios, parecen tan poderosos, que se puede producir el hecho de que mucha gente crea que se pueden cambiar las cosas (cambiarlas de verdad, en esencia) "por las buenas", y que tampoco merece la pena tomar iniciativas ni cuestionarse nada más, estando ahí el 15M que lo va a reivindicar, acojonando a los poderosos. Históricamente, no ha habido sistema que cambie "por las buenas". No estoy abogando por la violencia, pero si por la creatividad. A los sistemas no les duele en demasía que la gente grite en las calles una temporadita. Apenas les hace cosquillas. A los sistemas les duelen las soluciones creativas que les infringan dolor donde más les duele. El 15M no ha llevado su creatividad más allá de un montón de frases ingeniosas, al modo del Mayo del 68, y poco más. Nadie piensa seriamente, por ejemplo, que para que el sistema caiga, bastaría con que dejáramos de sujetarlo. Nadie piensa en profundidad en términos tales como "quienes somos, con qué medios contamos, que vamos a intentar conseguir por nosotros, y para nosotros". Probablemente, lo más creativo que ha hecho el 15M, o mejor algunos de sus promotores (que los tiene, pese a quien pese) es -precisamente- el 15M como solución-barrera a un posible y temible levantamiento popular verdadero.

Hay más, seguro. Y quizás continúe, y si me ayudáis en la discusión puede que salga algo positivo. De las cosas buenas, que las tiene y bastantes por cierto, como dije, ya se han ocupado largamente, de modo que no lo voy a hacer yo en este momento. La crítica sana siempre mejora las cosas, y de eso se trata ¿no?. Para concluir no quiero dejar de comentar que -una vez más y duela a quien duela- Marx tenía razón. El sistema Capitalista tiene en sí mismo el gérmen de su destrucción, y en ello está. De nosotros y nuestra voluntad depende que esta destrucción acabe en caos o en algo nuevo, distinto y por qué no, mejor.

El Viaje (II)

Foto: Elías Gomis
El Santo Padre habla de verdad. Mucho. Es una de las palabras que más le he escuchado. Todos los Santos Padres lo han hecho. Ya lo he preguntado en el Face, y lo vuelvo a hacer aquí: cuando habla de verdad, ¿se refiere a la verdad de la tierra plana, del sol girando alrededor de la tierra, del mundo creado en seis días? Éstas, a lo largo de la dilatada historia de esta religión que Él representa y dirige, han sido verdades, y si alguien (llámale Galileo, por ejemplo) se atrevió a cuestionarlas vio cómo su pescuezo perdía automáticamente su valor...

El Papa de Roma incita al radicalismo cristiano, al tiempo que sus acólitos se quejan del radicalismo laico, para luego acabar fundiéndose en abrazos y carantoñas (los acólitos, digo, que Él parece poco dado a las muestras físicas de cariño, vaya usted a saber por qué) con los Heidis del 15M (los cuales, para variar, se han apresurado a respetarlo todo, comprenderlo todo, ser buenecicos con todos, y decir que ellos sólo se venían a quejar de los milloncejos que costaba esta fiesta, que por lo demás, como es costumbre en el movimiento 15M, por ellos todo el tema religiones ni se toca, ni se discute), todo amor, tolerancia y comprensión. O somos, o no somos, jefe. O nos quejamos del radicalismo y somos corderos, o nos dejamos de pieles moderadas y nos mostramos tal y como somos.

El sucesor de San Pablo (no de San Pedro, ya que fue el ex recaudador de impuestos quién se invento este tema que dura ya dos mil años) habla de persecuciones, de opresión, de arrinconamiento, y los medios ad láteres, que no son pocos, muestran imágenes aterradoras de demonios ateos babeando, gritando agresivamente a pobres niños cristianos que rezan por la salvación de sus almas. Ya lo he dicho también, y lo vuelvo a repetir: en todo lo relacionado con creencias, sentimientos, fe, irracionalidad en definitiva, siempre se agradecen los mártires, que si no salen así claramente, se inventan y punto. Y la modificación a gusto del usuario de la historia y la realidad, apoyándose o no en libros, documentos, leyendas o mitos. Lo que sea. Une mucho. Las religiones  reinventan el mundo, se reinventan a sí mismas y a sus profetas, eligen sus mártires, designan a los buenos y a los malos, y les va de maravilla. Ésto se hace en otros colectivos basados en las mismas premisas. Así, no hay nación que se precie que no tenga sus héroes, sus villanos, sus opresores y su historia "a medida", ni faltan en lugares tan "banales" (o no) como el fútbol, villanos, oprimidos, héroes, mártires...y a todos les va de maravilla con sus roles. ¿Qué pretendo con éste último párrafo? Pues, en realidad, nada. Ponerlo por escrito para desahogarme, porque todas estas cuestiones, por su propia inconsistencia, son indiscutibles. Si las discutes desde el punto de vista del frío raciocinio, estás perdido. Pero que sepan que se les ve el plumero.

Sólo daré una cifra que explica la inhumana persecución a la que se ven sometidos los pobres católicos en España: casi 10.000 millones de euros al año que por un lado u otro se "levantan". Y hasta esto me discutirán por supuesto. No lo haré con las naciones ni con el fútbol, porque no es el tema ahora, pero todo llegará.

No creo que convenza a nadie de nada de lo que no esté ya convencido de antemano, menos en estas cuestiones, pero mira, yo me desahogo, que no es poco. Y si alguien también lo hace, miel sobre hojuelas. Y el siguiente artículo, espero, sobre el 15M, que ya toca

El Viaje

Foto gentileza de Elías Gomis
"Es un hecho demostrable e interesante, que todos los niños son ateos, y si la religión no les fuera inculcada, seguirían siéndolo"
Ernestine Rose

Ante la ya inminente visita del Jefe del Estado Vaticano a nuestro país, y como no podía ser de otra manera, dada la calidad humana de tan egregio personaje y todo que representa, ésta viene cargada de significados, de sentimientos, de polémicas encontradas, de discusiones bizantinas, de ataques entre modos de pensar (quizás siendo más justo, debería decir creer, al menos en algunos aspectos)...

Yo no soy creyente. Ni en este Dios, al que dice representar (y esto sería seguramente muy discutible) este señor, ni el Dios de los musulmanes, ni en el de los judíos...no soy animista, no soy budista, no tengo creencia religiosa alguna. No soy un hombre de fe. Y antes de que empiece el fuego cruzado, no le tengo especial manía a la religión católica, desde luego no más que a cualquier otra religión. Si se me apura, igual diría que menos que a otras religiones. Otra cosa muy distinta es que por el hecho de que miles de millones convengan, puesto que es difícil no hacerlo cuando desde pequeños así nos lo inculcan, en creer en determinadas cosas, esas cosas sean respetables. No lo son. No lo son, en tanto en cuanto dejan de ser una mera creencia, para convertirse en un herramienta de presión sobre las personas, o cosas peores. Bien es cierto que la mayoría de las religiones han dejado interesantes legados culturales, filosóficos, artísticos e -incluso- morales, como también lo es que en base a la mayoría de las religiones se ha matado (y se sigue matando), se ha torturado (y se sigue torturando) se ha presionado políticamente ( y se sigue haciendo), se han invadido espacios que no les corresponden (y no hay quien los saque de ahí). Por tanto, no puedo respetar a ninguna religión, a ninguna, precisamente por el hecho de ser lo que son: religiones.

Yo no hago distingos, para mí es tan, digamos, anodino, creer en la santísima trinidad, como atribuirle a un bisonte, a una vaca o a un árbol un estatus sobrenatural. No respeto a ninguna religión, pero sí respeto personalmente a infinidad de personas, buenos amigos, conocidos a lo mejor, personajes públicos o vecinos que tienen sus creencias (las que sean) y son magnificas personas. De la misma manera, pienso que algunas de esas personas me respetarán a mí, o al menos eso quiero creer.

Hecho todo este cúmulo de matizaciones, precisamente por el respeto a dichas personas, entremos en el famoso viaje. Hay argumentos económicos encontrados, los hay que defienden que es un derroche pagar semejante fiesta con los tiempos que corren, y también los hay que argumentan que la fiesta se paga sola y además dejará pingües beneficios en Madrid. Dicen que el doble de los gastos, más o menos. Me gustaría poder comprobar, aunque esto no va a ser fácil, si ambas partes (cuidado, digo ambas partes) mantendrían los mismos argumentos si en lugar del Papa estuviéramos hablando de un imán, que viniera a una convención mundial de las juventudes musulmanas. Yo creo que no. Es más, creo que la mayoría cambiaría justo al bando de enfrente. A partir de ahi, se puede ser todo lo demagógico que se quiera, pero a los curas no les vas a ganar a demagógico o a dialéctico, porque están preparados para la batalla. Los preparan en los seminarios (hablo de curas católicos, porque es el material que conozco, pero imagino que es parecido en los demás). Cualquier dato que esgrimas, lo van a rebatir, y tendrán a legiones de creyentes detrás apoyándoles ciegamente. De modo que ¿para qué?. Cuando se esgrime la voluminosa cantidad de 10.000 millones de euros que es lo que la Iglesia entre subvenciones, desgravaciones y ayudas se lleva al año, inmediatamente se disparan las mentes pensantes para rebatir, y lo hacen de modo sibilino: por ejemplo, la conferencia episcopal mide las subvenciones a los sindicatos en pesetas y las suyas en euros (¿son o no son buenos?) Así, 400 millones de euros son...unos 66.000.000 millones de pesetas!!!!! También callan y permiten que se extienda la creencia de que con la "equis" de la Iglesia en el IRPF se subvenciona al buque insignia de la Iglesia, en lo que a autodefensa se refiere: Cáritas. NO es verdad. Cáritas se nutre como el resto de ONG de la otra equis. Hasta tal punto de que la campaña de este año de cáritas invitaba a marcar las dos equis, sin terminar de levantar la perdiz, ya que eso sería dejar con el culo al aire a sus señoritos. Podría seguir, pero ¿para qué?

Volvamos al viaje. Este señor es un Jefe de Estado. No elegido democráticamente, de modo que está en una situación, digamos, medieval. Muy probablemente (si me equivoco, ya me disculparé), este señor vendrá, entre otras cosas, a enmendarle la plana a un gobierno (este sí) elegido democráticamente. Hagamos el ejercicio de pensar que cualquier "elemento", digamos Chávez, o el líder de Corea del Norte, o el presidente de Irán, todos ellos jefes de estado, vinieran e hicieran algo similar. Podrían hacerlo, pero ¿lo verían los seguidores del Papa igual de bien?. Seguramente no. Probablemente, si las hubiera (que igual no), se irian a cualquier manifestación en su contra, exigiendo respeto a los derechos humanos, democracia en sus países, etc.

Este señor, permite, y no censura, que sus representantes en mi país, arenguen a las masas contra los que no pensamos como ellos, (mejor debería decir, contra los que pensamos, no como ellos, que creen), llamándonos cosas tan piadosas como "asesino". Cuando Chávez o Castro han aludido al imperialismo español en la época de la conquista, todos nos hemos puesto como motos, y hablaban de nuestros antepasados. Ahora, estos elementos me llaman asesino y cosas similares. Incluso él, en su incesante labor pastoral, compara la situación actual de España con la del 36, y no hay más que tibias reacciones, si es que las hay. Podría hablar -pondré un ejemplo solo- del Dalai Lama, que nunca fue democrático, sino más bien teocrático, hasta que los chinos le dieron "boleta". Entonces, parece que tuvo una revelación. Pero es que el que viene con todo el ringo rango no es el Lama es el Papa.

¿Cual es mi opinión al respecto?. Mi opinión es que sobran las religiones, que han hecho y hacen más mal que bien. Que si algunas hacen más daño que la Católica (en estos momentos) es porque se les deja hacerlo, porque cualquier religión llegará hasta donde pueda en cuestión de acaparar poder. Por tanto, si están de más las religiones, está de más el Vaticano, como la Meca, como el Muro de las lamentaciones, como el Potala, y todos los que de una u otra manera, y jugando siempre con el pavor de la gente a la muerte y al más allá, abusan del poder que les confiere esa misma gente, que les considera el nexo de unión entre ellos y los dioses. Si está de más esa gente, también lo están el Papa, el Dalai Lama, los Imanes y los Sacerdotes Judíos. Y si ellos están de más, el viaje también.

Continuará...o no.

Me callo, me largo y ...

Los mercados han penalizado la indecisión de Trichet frente a la compra de deuda por el BCE, parece ser que alertados por el sicólogo ese de "Miénteme". Se demoró una milésima de segundo más en contestar a una pregunta-trampa, lanzada como si nada por María Patiño, acerca de la cuenta de su señora en el super de la esquina. Confundiendo una deuda con otra, Trichet pestañeó, y automáticamente la prima de riesgo (que no es una señora, pobre, es un dato) subió por encima de 400. Esto cuesta al Estado Español montones de millones de euros al sacar a subasta deuda justo después del movidón.

Nos cuentan ésta u otras razones similares para explicarnos el por qué de las finanzas y lo creemos a pie juntillas. Luego, vamos por el parque, vemos un banco con el cartel "recién pintado" y tocamos con la mano, cual modernos santotomases. Yo tengo una definición para este comportamiento: SOMOS GILIPOLLAS. Lisa y llanamente, gilipollas. Item más, hay montones de personas (llámales personas, llámales analistas) que se ganan un sueldo trenzando este tipo de explicaciones y soltándolas día a día, semana a semana, mes a mes...sin que nadie se haya molestado en hacer bueno eso de "para eso están las hemerotecas" e ir comprobando cómo sistematicamente se han ido equivocando, día a día, mes a mes, año a año...

Por escaquearse en el desayuno, a un funcionario medio de este país se le puede llegar a lapidar (no se hace porque está perseguido legalmente, al menos de momento, no por falta de ganas). Por equivocarse en los cálculos, las interpretaciones, las predicciones, las proyecciones, a estos pavos no se les toca un pelo. se les escucha día a día, se les lee, se comentan sus comentarios y, y ahora viene lo bueno, se siguen dando por buenas sus explicaciones. Yo con diez años le daba mejores excusas a mi padre, y la mitad de las veces, no colaban.

Especulación, no hay otro motivo: ES-PE-CU-LA-CIÓN. Es fácil, repetid conmigo, los mercados se han dado cuenta de que la deuda de los países es cosa buena para una nueva burbuja, a falta de ir puliendo temillas como los alimentos. De momento, parece que da pasta. Mucha pasta. Y la recua de estultos que pretenden convencernos de que la cosa consiste en hacer los deberes, quitarnos de en medio el estado del bienestar, arrasar con los funcionarios, recortar gastos y no tocar nada referente a ingresos, estad seguros, tienen muy buenas razones para ello. Lo he dicho no hace mucho, será apasionante, por ejemplo, ver cuanto tardan Zapatero y Salgado en acceder a jugosos puestos de asesores en la siempre eficaz empresa privada. Todos tiene sus motivos. Los Bancos, porque necesitan ganar maaaaaaaaas, las empresas porque necesitan ganar maaaaaaaaaas, los analistas porque este sistema, si no lo cuestionas, te permite ganar maaaaaaaaaaas.

Hasta aquí bien, pero...y todos los hombres y mujeres de buena fe que intentan convencerte de todas estas cosas, de que no hay otra solución, o de que hay que aumentar a tope esta solución, de que los sociatas no han sabido hacerlo, o de que los sociatas han tenido mala pata y les ha tocao la piñora...en fin, todas estas personas que no quieren, no pueden, no saben...o simplemente, les aterroriza mirar para otra parte.

Yo antes me cabreaba, como lo hacía con todos los que -emulando a historiadores de tanto nivel como Pío Moa (que creo que está nominado para el Nóbel o así)- me cuentan las cazurradas esas sobre la Republica y la guerra civil (eso de que la república era mala malísima, que mataban gente por las calles, que te prendían fuego por ser creyente, y que luego pues que tampoco lo de franquito era para tanto...).
Ahora no, ahora hago lo que hacía cuando era un chaval y me querían explicar cosas que yo entendía mejor que mi "maestro".

Me callo, me largo y me descojono.